08 agosto, 2008

Batman

El estreno más esperado del año está a punto de llegar a España. Con una diferencia de casi un mes respecto a otros países (cosas de la Warner, que no quiere que disfrutemos de su supuesta magestuosidad), El caballero oscuro tiene a punto de caramelo su asalto a la taquilla nacional y, esperemos, la victoria entre los incontables fans que ansiamos verlo pasear por Gotham. Con un estilo bautizado en Batman Begins, con el mismo equipo creativo, con casi 400 millones de recaudación en los USA, el número 1 en el Top 250 de la IMDB y un 82/100 en Metacritic, el amo y señor de la noche viene dispuesto a triunfar por todo lo alto. Y para preparar su llegada, nada mejor que repasar sus anteriores aventuras cinematográficas.

1- Batman: era el año 1989 y los ejecutivos de Hollywood debieron pensar que ya era hora de dar a Batman un película como estaba mandado, amén de dejar atrás la psicodélica serie de televisión protagonizada por Adam West. Y para llevar a cabo tremenda labor el elegido para dirigir el cotarro fue Tim Burton. Y fue una elección acertadísima, ya que la estética del director encajaba a la perfección con el tono "pulp" del Batman original de Bob Kane. El encargado de interpretar por primera vez en pantalla grande al hombre murciélago fue Michael Keaton, que ya había trabajado con anterioridad con el director en Beetle juice. Pero fue el villano de la función el personaje más recordado de la película y el que copaba mayor espacio en el cartel. Jack Nicholson y su Joker pasarón a formar parte de la memoria colectiva con uno de los villanos más emblemáticos y chiflados de la historia del celuloide.

2- Batman vuelve: en 1992, Tim Burton y Michael Keaton volvieron a unir fuerzas para hacer la segunda parte del héroe nocturno. En esta ocasión, Batman si era el absoluto protagonista, aunque se las tenía que ver con una Michelle Pfeiffer embutida en cuero (y logrando que olvidaramos a Kim Basinger en la anterior cinta) y un Danny DeVito irreconocible. Catwoman y el Pingüino estuvieron a la altura de lo esperado y pusieron en más de un problema al señor de la noche. Nuevamente, el enfoque visual de Burton suspuso un gran acierto para el conjunto de la cinta y daba un aspecto aún más tétrico y gótico a la ciudad de Gotham. Además, el traje de Batman contenía sustanciales mejoras respecto a la primera parte y Michael Keaton ya podía girar el cuello antes de cruzar la calle. Si a eso le sumamos la presencia de Christopher Walken con peluca, la diversión estaba asegurada.

3- Batman forever: empezó el desastre. En 1995 se dio luz verde a una nueva entrega de las aventuras de Batman, pero ni Burton ni Keaton repitieron en sus quehaceres. El encargado de la dirección fue el inclasificable Joel Schumacher y Val Kilmer (hoy conocido como Val "Barrilete" Kilmer) el nuevo Batman. A pesar de contar con un reparto de calidad incuestionable, Nicole Kidman, Tommy Lee Jones y Jim Carrey, la nueva estética impuesta por el director neoyorkino no encajó con el gusto de los espectadores...ni con el de nadie. El hecho de tener como villanos a Dos Caras y a Enigma no fue aliciente suficiente para que la tercera entrega de Batman pasará de la mediocridad. Eso, y que Val Kilmer tenía menos pinta de superhéroe que Alfred de actor porno.

4- Batman & Robin: la hecatombe. La causante de propinar al
señor de la noche un coma de 8 años y casi lograr su muerte total en el cine. En 1997 Joel Schumacher repitió como director y George Clooney se convirtió en el nuevo Batman (de algo tenía que comer cuendo empezó su carrera). Si el anterior aspecto visual había causado impacto, la nueva estética homoerótica festiva y los trajes exageradamente apretados de los protagonistas pusieron en peligro la vida de millones de jóvenes. Ni siquiera la presencia de Uma Thurman o Arnold Schwarzenegger como malos de la función o Alicia Silverstone en plan Batgirl jamona salvaron los muebles. Fue un absoluto desastre y, sin duda alguna, la peor incursión de Batman en el mundo del cine.

5- Batman Begins: corría el año 2005 y un tal Christopher Nolan quería dirigir una cinta sobre Batman. Sus películas anteriores, Memento e Insomnio, no eran las típicas películas que se estaban desarrollando en Hollywood. Además, el nuevo Batman iba a ser interpretado por Christian Bale, que había alcanzado prestigio por su interpretación del psicópata americano por excelencia en la adaptación de American Psycho. Morgan Freeman, Gary Oldman, Liam Neeson, Michael Cane, Cillian Murphy...nombres respetados y admirados que se sumaban uno detrás de otro al proyecto. Cuando se estrenó se dijo, simplemente, que era la mejor película de superhéroes de la historia. Exagerado o no, supuso el despertar de Batman en el nuevo milenio, con una estética realista, inteligente y muy bien rodada. De lo único que se hablaba cuando se salía del cine era de las ganas de ver una segunda parte...

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