Comenzamos el resumen a este año 2008 hablando sobre televisión, sobre las series de ficción que tantas alegrías y decepciones están causando desde hace uno escasos 3 ó 4 años, cuando comenzó la que muchos denominan como "Edad de oro de la ficción televisiva". Y qué mejor manera de hablar sobre series de televisión que destacando el tremendo éxito de la mayor parte de la producción que sale de EEUU y que llega a millones de espectadores europeos y sudamericanos gracias a Internet, en la mayoría de las veces gracias a programas P2P, consiguiendo que casi todos los días de la semana el aficcionado medio tenga algo que ver, algo que desgustar e, incluso, devorar según que serie.
Pero este 2008 que ya termina siempre será recordado por la Huelga de guionistas que azotó a la producción norteamericana a principios de año y que logró con sus presiones y apoyos gremiales dejar una buena parte de títulos con las temporadas incompletas y a millones de fans al borde del colapso nervioso. Así, series como Heroes o Prison break, vieron acusada la calidad de sus primeras temporadas en detrimento de una salida fácil y rápida con la que hacer frente a la crisis del sector, un bache que en la mayoría de los casos no han sabido superar y ha supuesto la pérdida de interés de los espectadores cotidianos.
2008 fue el año en que la cadena privada HBO terminó dos de sus más respetadas series de ficción, Los Soprano y The Wire. Este canal, famoso por su independencia y por ofrecer verdaderas obras maestras para un público adulto e inteligente, sin problemas en mostrar todo el sexo y la violencia que crean necesarios, dio a conocer otra nueva propuesta bajo el nombre de True Blood, un nuevo bombazo a nivel televisivo y dio luz verde a una nueva temporada de Entourage, sobresaliente serie centrada en el mundo de Hollywood.
Pero, a pesar de la huelga, de cancenlaciones inesperadas y mil acontecimientos más, lo cierto es que otras series mantuvieron en vilo a los espectadores y consiguieron hacer aún más interesante el mundo que las rodea. Series como Lost, Battlestar Galactica o las comedias How I met your mother y The big bang theory, consiguieron mantener ante el televisor a todo su público y, en el caso de las dos primeras, crear unos cliffhangers tan interesantes que toda la información sobre los capítulos de su siguiente temporada es recibida como agua de mayo por todos los fans. Otras como House, Dexter o Californication continuaron posicionando a su público como incondicional y que, junto a todas las ya mencionadas y a las muchas que dejo en el tintero, hacen que la ficción norteamericana siga siendo de lo más interesante.
En el ámbito europeo cabe destacar una miniseria británica titulada Dead Set que parte de la premisa más original que se ha visto en el viejo continente en mucho tiempo. El apocalipsis ha llegado a las islas en forma de ataque de muertos vivientes, zombies, que están masacrando a la población. Pero un grupo de personas viven ajenas a todo el tinglado, los concursantes de Gran Hermano. Con esta idea, donde en cada capítulo se nos recomienda ver la serie en un cuarto a oscuras y solos, el Canal 4 inglés da una lección de buen hacer y logra que una serie del viejo continente de la vuelta al mundo.
Ya en el panorama nacional, destacar el final de Los serrano, serie alargada hasta el infinito y con uno de los finales más bochornosos vistos en la televisión española, con un Antonio Resines obligado a hacer el cafre desde muchas temporadas atrás y una premisa compartida con la gran mayoría de series patrias, el sexo a tutiplén, la revolución hormonal, el follar por follar. Así, asaltaron nuestras pantallas cosas como Física o química y continuaron desmotrando que la policia española esta llena de imbéciles con Los hombres de Paco. Por suerte, no todos los canales apuestan por series donde sus protagonistas rozan el ridículo continuo y así tenemos producciones tan notables y divertidas como Camera Café o Qué vida más triste, que apuestan por un humor mucho más inteligente y que, aunque algo repetitivo como en el caso de la serie de Luis Varela y compañía, aún mantiene esa fuerza capaz de hacernos reir.
Pero si una serie copa todo el éxito posible en España esa es, sin duda, El internado. Serie muy bien recibida por el público y que, aunque sólo he visto capítulos sueltos y me parezca un simple intento de emular otras producciones yankis, no hace mal a nadie y sirve para que los espectadores no olviden a la gran Amparo Baró y disfruten con los jovenes actores que la protagonizan. Mención especial para El castigo, miniserie dirigida por Daniel Calparsoro que consiguió unos índices de audiencia muy buenos y que, obviando el pésimo e insultante "homenaje" final a La naranje mecánica, tenía la calidad técnica suficiente como para demostrar que en España también podemos hacer buenas series de ficción.
Hasta aquí el pequeño resumen del año televisivo. En los próximos días analizaremos el mundo de los videojuegos y el del cine, sectores cada vez más alejados en las cifras de recaudación y, sobre todo, en lo referente a calidad y diversión.
Resumen 2008: videojuegos.
Resumen 2008: cine.
2008 fue el año en que la cadena privada HBO terminó dos de sus más respetadas series de ficción, Los Soprano y The Wire. Este canal, famoso por su independencia y por ofrecer verdaderas obras maestras para un público adulto e inteligente, sin problemas en mostrar todo el sexo y la violencia que crean necesarios, dio a conocer otra nueva propuesta bajo el nombre de True Blood, un nuevo bombazo a nivel televisivo y dio luz verde a una nueva temporada de Entourage, sobresaliente serie centrada en el mundo de Hollywood.
Pero, a pesar de la huelga, de cancenlaciones inesperadas y mil acontecimientos más, lo cierto es que otras series mantuvieron en vilo a los espectadores y consiguieron hacer aún más interesante el mundo que las rodea. Series como Lost, Battlestar Galactica o las comedias How I met your mother y The big bang theory, consiguieron mantener ante el televisor a todo su público y, en el caso de las dos primeras, crear unos cliffhangers tan interesantes que toda la información sobre los capítulos de su siguiente temporada es recibida como agua de mayo por todos los fans. Otras como House, Dexter o Californication continuaron posicionando a su público como incondicional y que, junto a todas las ya mencionadas y a las muchas que dejo en el tintero, hacen que la ficción norteamericana siga siendo de lo más interesante.
En el ámbito europeo cabe destacar una miniseria británica titulada Dead Set que parte de la premisa más original que se ha visto en el viejo continente en mucho tiempo. El apocalipsis ha llegado a las islas en forma de ataque de muertos vivientes, zombies, que están masacrando a la población. Pero un grupo de personas viven ajenas a todo el tinglado, los concursantes de Gran Hermano. Con esta idea, donde en cada capítulo se nos recomienda ver la serie en un cuarto a oscuras y solos, el Canal 4 inglés da una lección de buen hacer y logra que una serie del viejo continente de la vuelta al mundo.
Ya en el panorama nacional, destacar el final de Los serrano, serie alargada hasta el infinito y con uno de los finales más bochornosos vistos en la televisión española, con un Antonio Resines obligado a hacer el cafre desde muchas temporadas atrás y una premisa compartida con la gran mayoría de series patrias, el sexo a tutiplén, la revolución hormonal, el follar por follar. Así, asaltaron nuestras pantallas cosas como Física o química y continuaron desmotrando que la policia española esta llena de imbéciles con Los hombres de Paco. Por suerte, no todos los canales apuestan por series donde sus protagonistas rozan el ridículo continuo y así tenemos producciones tan notables y divertidas como Camera Café o Qué vida más triste, que apuestan por un humor mucho más inteligente y que, aunque algo repetitivo como en el caso de la serie de Luis Varela y compañía, aún mantiene esa fuerza capaz de hacernos reir.
Pero si una serie copa todo el éxito posible en España esa es, sin duda, El internado. Serie muy bien recibida por el público y que, aunque sólo he visto capítulos sueltos y me parezca un simple intento de emular otras producciones yankis, no hace mal a nadie y sirve para que los espectadores no olviden a la gran Amparo Baró y disfruten con los jovenes actores que la protagonizan. Mención especial para El castigo, miniserie dirigida por Daniel Calparsoro que consiguió unos índices de audiencia muy buenos y que, obviando el pésimo e insultante "homenaje" final a La naranje mecánica, tenía la calidad técnica suficiente como para demostrar que en España también podemos hacer buenas series de ficción.
Hasta aquí el pequeño resumen del año televisivo. En los próximos días analizaremos el mundo de los videojuegos y el del cine, sectores cada vez más alejados en las cifras de recaudación y, sobre todo, en lo referente a calidad y diversión.
Resumen 2008: videojuegos.
Resumen 2008: cine.
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