Ha vuelto Lost a la parrilla televisiva norteamericana. La serie creada por J.J. Abrams, que cada temporada nos demuestra más que sus guionistas no la empezaron con un final en mente, sigue siendo una delicia para sus fans. Y es que el pasado miércoles 21 volvió a la cadena ABC para deleitarnos con su quinta y, posiblemente, penúltima temporada. Y las cosas no podían pintar mejor. Los Seis de Oceanic están fuera de la isla, la mayoría con depresiones de caballo, con John "Bentham" Locke metido en una furgoneta y Jack aceptando los planes del genial Benjamin Linus.
Por otra parte tenemos a los chicos de la isla, dando paseos en el espacio-tiempo, en lo que ya se vislumbra como otra locura argumental típica de la serie y a Desmond "Brotha" Hume disfrutando de su viaje de placer con Penny, que se verá truncado por su repentina ansia de ayudar a los "dejados atrás" (hubiera sido muy feo que Desmond no volviera para dar su ayuda).
A parte de todo esto, de las mil preguntas sin responder, del capítulo doble que deja con ganas de más, de que la serie sea cada vez más rara (lo cual la eleva a los puesto de honor entre mis favoritas), de Sawyer mostrando pecho palomo para las féminas y de las prácticas de lanzamiento de cuchillo de Locke, lo cierto es que Lost es ya una firme candidata a convertirse en una de las mejores series de televisión una vez quede finalizada (hoy por hoy, solo Battlestar Galactica la podría igualar en número de fans). De momento podemos estar tranquilos y seguir pendientes de todo lo que pase durante un par de añitos más. Eso si, cuando acabe, todos querremos más.
Por otra parte tenemos a los chicos de la isla, dando paseos en el espacio-tiempo, en lo que ya se vislumbra como otra locura argumental típica de la serie y a Desmond "Brotha" Hume disfrutando de su viaje de placer con Penny, que se verá truncado por su repentina ansia de ayudar a los "dejados atrás" (hubiera sido muy feo que Desmond no volviera para dar su ayuda).
A parte de todo esto, de las mil preguntas sin responder, del capítulo doble que deja con ganas de más, de que la serie sea cada vez más rara (lo cual la eleva a los puesto de honor entre mis favoritas), de Sawyer mostrando pecho palomo para las féminas y de las prácticas de lanzamiento de cuchillo de Locke, lo cierto es que Lost es ya una firme candidata a convertirse en una de las mejores series de televisión una vez quede finalizada (hoy por hoy, solo Battlestar Galactica la podría igualar en número de fans). De momento podemos estar tranquilos y seguir pendientes de todo lo que pase durante un par de añitos más. Eso si, cuando acabe, todos querremos más.
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