08 abril, 2009

George A. Romero (II)

Con las dos primeras partes convertidas en todo un éxito fílmico y con montones de fans y seguidores a lo largo de todo el mundo, Romero comenzó a idear la que sería la última historia de una trilogía que llegaba a su fin. En 1985, siete años después de Zombie, se estrenaría El día de los muertos, una película inferior respecto a sus predecesoras y con una clara línea dramática y, por momentos, excesivamente gore. En esta ocasión, el mundo está completamente dominado por los muertos vivientes, con una proporción de 400.000 zombies por cada humano vivo. La situación es totalmente dramática y apocalíptica. A pesar de todo, un pequeño grupo de supervivientes, compuesto por varios militares, científicos y expertos en transporte y comunicaciones, viven bajo tierra en un búnker del gobierno. Allí, surgirán las tensiones entre ejército y doctores, por culpa de unos extraños experimentos que se están llevando a cabo.
Romero da el protagonismo absoluto a un mujer, la única del grupo protagonista, que tendrá que soportar los alardes machistas de sus compañeros y sobrevivir como buenamente pueda. Pero Romero no cae en el error de convertir a nuestra chica (explendida, en casi todos los sentidos, Lori Cardille) en una supermujer conocedora del uso de armas, sino que vemos a una mujer normal y corriente, que debido a la situación, sabe lo que tiene que hacer para sobrevivir, cueste lo que cueste. El resto del reparto, en especial los amigos de nuestra protagonista, están bastante bien en sus papeles, aunque Romero cae en el topicazo de convertir a los militares en los culpables de la masacre. Es decir, no hay ni malos ni buenos, pero sin duda, los del ejército son los más cabrones (sobre todo el odioso personaje de Joseph Pilato).
El día de los muertos es la más aburrida de todas las que componen la tetralogía, debido al tono adulto que se quiso imprimir a la cinta, con diálogos alargados hasta el infinito y que, a pesar de su buen comienzo, no termina de arrancar hasta pasado un buen rato. Eso si, su final es totalmente impresionante, con un despliegue de medios especiales de maquillaje alucinante, a cargo de Tom Savini otra vez, más teniendo en cuenta el ínfimo presupuesto de la cinta (tres millones de dólares). Todo el gore que no pudo realizarse en años anteriores, está aquí exageradamente realizado, con humanos partidos en dos, cabezas arrancadas de cuajo, brazos amputados y lo que más gusta rodar a Romero, cuando los zombies se alimentan, convirtiéndo la escena en algo dantesco y desagradable.



Romero opta en esta ocasión por una final más feliz, un poco más edulcorado de lo normal, en el que los que son muy malos mueren y los que son muy buenos sobreviven, dejando a un lado visiones pesimistas, como hizo en sus dos anteriores trabajos sobre el tema. Pero sin duda, lo más llamativo de esta tercera parte es Bub, también conocido como el colega zombie. Por primera vez, se nos muestra a un zombie "bueno", que desarrolla ideas, adquiere conocimientos e, incluso, logra tener sentimientos (en lo bueno y en lo malo). Aunque este personaje levanta odio y pasión a parte iguales, lo cierto es que, independientemente de que nos guste o no, el actor Sherman Howard logra un buen trabajo bajo el abundante maquillaje.
El día de los muertos estuvo rodeada de polémicas, debido a las presiones de la productora para que Romero hiciera una peli de clasificación R (menores acompañados). Había dos alternativas, o Romero veía limitada su creatividad en beneficio de la productora, o se jugaba el todo por el todo y se quedaba con menos de la mitad del presupuesto pudiendo estrenan una peli sin clasificación y que fuera lo que Dios quisiera...como era de esperar, Romero mandó al carajo a la productora y nos regaló el festival gore del final. Otras curiosidades: se tenía que maquillar a Lori Cardille para que pareciera una chica más dura, por primera vez en la saga un zombie dice una frase y los vecinos de Pittsburg se implicaron a fondo con su paisano, participando como extras en las escenas de multitudes zombies.
Parecía que Romero había dejado su saga fantástica finalizada. Pasaron los años y nadie fue capaz de ocupar su trono en el cine zombie, aunque por desgracia no se convirtió en rey del terror porque sus películas no llegaban al nivel de su famosa saga. Pero su nombre estaba ya ligado a los genios del género, como John Carpenter o Wes Craven. El subgénero zombie quedó relegado a la serie B (en muchos casos hasta la serie Z). Pero llegó el siglo XXI y con él, una especie de resurgir de este tipo de cine, con dos obras maestras básicas, la británica 28 días después y Amanecer de los muertos (curiosamente, remake de Zombie). Romero, posiblemente animado por el éxito de estas historias, comenzó a trabajar en La tierra de los muertos, estrenada en el año 2005, veinte años depués de cerrar su trilogía.



En esta ocasión, el mundo está totalmente divido. Los zombies son los amos y señores de la Tierra mientras que los humanos viven como pueden en ciudades amuralladas. Pero ahora el peligro no está en los muertos vivientes, está en los propios seres humanos, que incapaces de ayudarse mutuamente, han quedado separados en clases sociales extremas, muy pobres y muy ricos, estos últimos, cómodamente afincados en altos y seguros rascacielos, con tiendas, restaurantes de lujo...Un grupo de valientes, salen diariamente al mundo exterior, para recoger víveres y medicinas, fuertemente armados y en un vehículo único, el azote de los muertos (título incial de la cinta).
Como era de esperar, Romero da el protagonismo a las clases más desfavorecidas, a los pobres que luchan día a día por sobrevivir, mientras que los ricos son vistos como unos verdaderos seres despreciables, que sólo miran por su bienestar. Pero los verdaderos protagonistas son los zombies, que viven "agrupados" y "liderados" por un zombie de color (de nuevo el Romero progre) capaz de disparar y matar a uno de los suyos si está sufriendo. Vemos zombies que van de la mano, otros que "usan" sus herramientas y armas por lo poco que recuerdan de sus vidas anteriores...
Dennis Hooper, John Leguizamo, Simon Baker y Asia Argento (la hija de Dario, produtor de Zombie) son los protagonistas. Se nota que Romero quería caras algo más conocidas que dieran algo de nombre a la cinta. Además, se nota que el presupesto es más elevado que nunca, con efectos digitales bastante aceptables, aunque nunca usados en exceso (cosa de agradecer) y con unos (de nuevo) increibles efectos de maquillaje de Greg Nicotero (el genio actual en este campo). Bien racionada con dosis de gore salvaje (comilonas zombies, cabezas que revientan, miembros amputados de cuajo...), la cinta tiene muchos momentos de acción, convirtiendo su guión en el más flojo, pero en el más entretenido. Y, por supuesto, dejando sitio a la crítica social, donde se pone a caldo a los que tienen el poder y a los que tienen las armas.
Como curiosidades destacan sobre todo los mútiples cameos, desde Tom Savini, hasta los chicos de Zombies party pasando por la hija de Romero...y, por supuesto, el pleno apoyo de los ciudadanos de Pittsburg, que vieron como la producción se alejaba de su pueblo por cuestiones económicas (pero siempre manteniendo el cariño por su paisano).

George A. Romero: parte 1
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1 comentario:

marguis dijo...

Es la mas entretenida, es cierto, me encanta el desenlace del personaje de John Leguizamo... todavía me reía pensándolo mientras las letras del final desfilaban por la pantalla :P