23 febrero, 2009

Disertaciones variadas post-visionado de la edición 81 de los Oscar

¡Penélope Cruz ha ganado un Oscar!. Los medios de comunicación españoles, mención especial para Tve, han reducido una gala de tres horas y media a tres minutos, de 24 galardones a uno, de la fiesta más tonta pero divertida del cine en un panfleto patriótico. Que si, que me alegro del premio para Pe, pero un poco de seriedad por favor. Menos mal que a los cinéfilos que disfrutamos con esta frivolidad de premios aún nos queda Internet para ver los Oscar en directo, por que pagar la retrasmisión queda feo, aún cuando luego dan tanto bombo a una de las nuestras.

En fin, entrando en materia, lo primero es lo primero. La alfombra roja. El momento más rosa de la noche, donde lo único que importa es llevar el vestido más caro o la piedra más gorda en el cuello. Los caballeros puede ponerse a un lado, que sólo nos interesan los trajes de l
as señoras (y sus escotes).Nunca podré olvidar cuando los creadores de South park, hace ya varios añitos, acudieron a la gala vestidos con trajes de mujer, consiguiendo la atención de los medios. En esta ocasión y según mi escaso criterio en moda, destacar, como hago siempre, a Kate Winslet, radiante en un traje que no se quien diseño y jamás intentaré averiguar. Penélope también estuvo entre las más bellas de la noche, con un traje que, al parecer y si no he oído mal, ya uso hace años. Mi futura esposa, Natalie Portman, impecable como siempre. Pero este año también tengo que reconocer la excelente presencia de algunos caballeros, como es el caso de Brad Pitt (y señora, la siempre apetecible Angelina Jolie). Y es que, ya se sabe, "no soy gay pero si llegara el momento, o con Pitt o con Clooney" o eso dicen. Josh Brolin, muy bien acompañado por su señora, Diane Lane, y Sean Penn, con su pareja desde tiempos remotos, Robin Wright, a la que siempre recordaré por Forrest Gump y por cumplir años el mismo día que yo.
Menciones especiales para Mickey Rourke, hortera si, pero me iba de cañas con él ahora mismo, Freida Pinto, la guapa actriz de Slumdog Millionaire, Philip Seymour Hoffman, con un gorro comprado en el rastro de Los Ángeles y Marion Cotillard, que no brillaba tanto como el año pasado, pero con la misma mirada hipnótica.



Y, ahora si, la gala. Por fin, un presentador a la altura. Hugh Jackman pasa a encabezar la lista de grandes maestros de ceremonias de los Oscar, con una impecable actuación musical que abrió el show, recordando a las películas nominadas y con coñitas para los sentados en las primeras filas. El escenario estaba tan cerca de las butacas que un paso de baile mal dado podía terminar con la cabeza de la dama Meryl Streep saliendo del teatro.
Nada más comenzar, premio para Pe. ¿Merecido? Pues no lo se, aún no he visto VCB, pero la sensación general es de que si, que todo perfecto. Premios para guiones (Milk y Slumdog, original y adaptado) y retahíla de premios técnicos repartidos entre El curioso caso de Benjamin Button y Slumdog. Entre medias, premio a la mejor película de animación. Wall-E y Pixar, de nuevo, en la cima del mundo. Premios a documentales, a cortos de todo tipo (grande el señor japonés que no sabía hablar bien inglés y optó por su idioma). Los mejores presentadores de la noche, Jennifer Aniston y Jack Black (Jolie riéndo las gracias a la que fuera señora de su marido) junto a Ben Stiller y Natalie Portman.
Llegó otro premio cantado. Oscar para el fallecido Heath Ledger por su interpretación en El caballero oscuro. Momento emotivo, todos en pie aplaudiendo y la carrera de un actor que se vislumbraba enorme rota por una muerte repentina. Para el recuerdo, sus interpretaciones, no siempre buenas, pero en constante evolución.
Mas premios técnicos, bandas sonoras, Slumdog acaparando, y la primera sorpresa de la noche. Oscar para Departures a mejor película en habla no inglesa, supera
ndo a La clase y a Vals con Bashir. Japón ganó el primer caballero dorado de su historia, algo incomprensible teniendo en cuenta que Akira Kurosawa fue un maestro. Quizás ahora era el momento adecuado para hacer amistades con los trabajadores nipones.


El mejor momento de la noche

Los grande premios estaban listos. Mas de dos horas después de comenzar el show, con un par de números musicales muy trabajados, anuncios cada tres minutos y mis ojos cerrándose solos, llegó el momento del mejor director. Danny Boyle conseguía un premio más para su cinta y recordaba al coreógrafo de la secuencia final de su film, al que no había mencionado en los créditos. No pasa nada Danny, a Lovelen Tandan tampoco le has agradecido nada. Los indios no son gente rencorosa, suerte la tuya.

Momento de la actriz del año. Kate Winslet se alzaba, al fin, con el Oscar que tanto ansiaba. Su excelente interpretación conseguía el único premio para El lector y la brillante británica culminaba un año de sobresaliente. Un premio justo y por el cual me alegro de verdad. Sobran las palabras.
La segunda y última sorpresa de la noche. Sean Penn, en el último momento, arrebataba el Oscar a Mickey Rourke. Pero no importa, porque él también lo merecía. Era el único con posibilidades reales de conseguirlo junto con El luchador y su discurso fue muy bueno. El premio conseguido por su interpretación en Milk da el toque progre que la Academia no fue capaz de conseguir al obviar a Brokeb
ack Mountain hace unos años. Bravo por él.
Me dio un poco de pena que Rourke no ganará, pero porque el tipo me cae bien. Ha estado a punto de conseguir un Oscar por darse de hostias, literalmente, en pantalla. El último que lo consiguió por eso fue Robert De Niro por Toro Salvaje. Y su Jake La Motta me parece soberbio, así que juz
guen ustedes mismos.



La noche tocaba a su fin y el premio gordo estaba cantado. Slumdog Millionaire se alzaba, nada más y nada menos, que con ocho Oscares. Después de varios años con premios muy repartidos, la Academia norteamericana optó por ensalzar un film normalito, como todos los nominados de este año, el más flojo visto últimamente. Con el paso del tiempo, la 81 edición de los Oscar será recordada por su mediocridad artística, pero ahora toca aplaudir el trabajo de todo el equipo del film de Danny Boyle (que no ganará nunca más un premio como este, porque ahora seguro vuelve a su cine, al propio de su filmografía, o eso espero). La crítica se ha desecho en elogios con un film entretenido, almibarado y que en ningún momento consigue la maestría de otros ganadores del Oscar, pero no deja de ser meritorio que haya llegado tan lejos con los escasos recursos iniciales con los que contaba.



Y poco más. He escrito demasiado. Pero lo importante es que otro año más hemos disfrutado con unos premios poco valiosos cinematográficamente, pero muy importantes para el buen funcionamiento de la industria yanki. Después de toda la movida, me doy cuenta de que Milk era mi favorita. Es la que más ha conseguido hacerme pensar, la que se mantiene en mi memoria. Tendré que volver a verla. Sólo un par de apuntes de última hora. ¿El Oscar honorífico no se entregó o se ha sustituido por el de labor humanitaria? y ¿la Academia española tomará ejemplo y no dará discurso de su directora el año que viene? El tiempo lo dirá.

Críticas relacionadas: Vals con Bashir, El lector, Frost/Nixon, Slumdog, BB, Milk, Tropic Thunder, TDK, Revolutionary Road y Hellboy II.
Lista completa de ganadores.

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