Terminamos el repaso a las candidaturas a los Oscar de este año con el apartado de mejor película. En un año bastante flojucho, ninguna de las cintas ha conseguido levantar, en mi humilde opinión,la espectación de años anteriores. Con todo, considero que hay dos claras favoritas y una que podría convertirse en la sorpresa del año. Vamos, pues, con el último repaso de los Oscar antes del día 22 de febrero.
El curioso caso de Benjamin Button: nominada a 13 Oscar. La nueva película de David Fincher parte como una de las grandes favoritas para alzarse con el máximo galardón el próximo domingo. Corría el año 2004 cuando una superproducción llamada El señor de los anillos: el retorno del rey se alzó con 11 premios de la Academia, convirtiéndose en la tercera película en la historia en alcanzar esa cifra. En los años siguientes, el premio a mejor película fue para filmes de presupuestos modestos (o lo que en Hollywood entienden por modesto) y a unos premios que funcionan sobre todo como escaparate comercial, esto no le conviene muchos años seguidos. Puede ser que la Academia considere que es el momento adecuado para volver a premiar una película al más puro estilo superproducción usamericana. El principal escollo para el bueno de Benjamin es un jovencito venido desde la India y que los votantes puedan descubrir que las virtudes del film de Fincher no van más allá del plano técnico. Para un servidor, una historia tremendamente sobrevalorada, tediosa y con poca chicha dentro del bonito envoltorio. Trailer.
El desafio: Frost contra Nixon: nominada a 5 Oscar. El film más adulto y correcto de Ron Howard ha conseguido colarse entre las cinco finalistas. El cariñoso pelirrojo, dicho sin ánimo de ofender, ya obtuvo un par de regalos en la edición de 2002 en forma de Oscar a director y productor con Una mente maravillosa (algo que aún intento comprender). Premiar a Howard sería coronar a un hombre que realiza sus películas de manera efectiva y siempre correcta, pero nunca con maestría. Le falta más chispa y, sobre todo, más ganas involucrándose con la historia y los personajes para merecer el premio y conseguirlo este año parece bastante complicado. Con todo, la nominación a película, junto con las conseguidas en otros apartados, es una más que justa recompensa para un película que puede interesar más o menos en EEUU, pero que fuera de sus fronteras terminará cayendo en el olvido. Trailer.
Milk: nominada a 8 Oscar. Nueva incursión del irregular Gus Van Sant en el cine académico. Aunque no termina de ser un biopic típico "made in Hollywood", siempre está presente que sus responsables la han realizado pensando en los premios y reconocimientos. Tiene buenas interpretaciones, un buen guión y resulta interesante de ver pero, premiar un film centrado en la figura del primer homosexual norteamericano en ocupar un puesto público sería demasiado moderno. Si la Academia no fue capaz de premiar Brokeback Mountain, mucho menos lo será de premiar esta. Es posible que consiga premios en otros apartados y el duelo de Sean Penn con Mickey Rourke ya está servido, pero reconocerla como lo mejor del año, sería bastante excesivo. A pesar de ello, nominación merecida, que no es lo mismo que justa, y premio suficiente para todos los implicados en el proyecto. Trailer.
El lector: nominada a 5 Oscar. La sorpresa de la presente edición. El "sleeper" del año, como lo llaman por ahí. Una película que levantó en mi (y no por las escenas de sexo, guarretes) gran asombro en su primera mitad. Pensé que se podría convertir en mi favorita para la noche del 22. Pero de repente Winslet embejece y la historia me aburre hasta el infinito. Eso si, muy bien rodada, muy buena música, interpretaciones casi perfectas y todas las papeletas para convertirse en la preferida de los académicos más clásicos. Perfectamente se podría convertir en la sorpresa de la noche, aunque ya puestos a dar sobresaltos, los votantes puedan apostar por premiar un film menor (en lo presupuestario) y rodado en la India. Los señores de la compañía Weinstein pueden sentirse satisfechos con la nominación y más después de la caótica post-producción y haber tenido riñas con todo el equipo artístico. Trailer.
Slumdog Millionaire: nominada a 10 Oscar. ¿Una película rodada en la India puede ganar el premio? Pues parece ser que si. Salvo que a los académicos les pueda más el sentimiento nacionalista que el gusto cinematográfico, se puede convertir en la gran triunfadora, lo que sumaría un año más a la cuenta de "sin supreproducciones premiadas". A pesar de que al final se edulcore más que un terrón de azucar rodeado de osos Teddy, la cinta de Boyle es original, fresca y realmente entretenida. No es una obra maestra, pero al ser algo diferente a lo habitual, ya se merece el respeto que ha levantado. Ha ganado muchos premios previos a los Oscar y, aunque esto no siempre signifique llevarse el calvo de oro, si es un factor influyente para los que votan. Saldremos de dudas el próximo domingo. Trailer.
Respecto a las grande olvidadas de esta edición, no puedo dejar de recordar Revolutionary road. Perfecta en el plano actoral y técnico, la cinta de Mendes ha sido la gran ignorada de la 81ª edición de los Oscar. Es lo malo de ser proclamado rey con tu primera película, que después no conseguirás el mismo entusiamo. También podríamos destacar la ausencia de El caballero oscuro en las principales nominaciones, sobre todo como gran supreproducción que es y siempre está bien recordar esa joyita llamada Wall-E, que por ser de animación no ha tenido los reconocimientos necesarios.
Aquí termina el breve repaso a estos mediáticos premios. Que no valen para mucho, pero que son entretenidos y sirven para hablar de cine, lo cual ya es algo. El próximo día 23 os espero con el tradicional resumen de la gala, con lo más llamativo y la lista de ganadores.
1 comentario:
Tu adjetivo flojucho es totalmente justo. A falta de ver Slumdog, no ha impresionado ningún título...
Yo también estaré atento a la gala, pero no puedo evitar pensar que La duda y El intercambio merecían más nominaciones.
Saludos Antonio!
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