26 febrero, 2007

Divagaciones variadas post 79ª edición de los premios Oscar

A la misma hora imposible que todos los años para el espectador no yanki (y encima sin el Canal +), arrancó la edición de los Oscar que premiaba lo mejor del cine del año 2006. Tal y como prometí en mi último especial sobre los premios, voy a hablar de moda. Lo cierto es que no entiendo un carajo de esas cosas, así que valoraré lo acertado de un traje o no, dependiendo de si a la chica o al chico (igualdad, que a uno le gustan mucho las mujeres, pero sabe elogiar a un maromo si lo merece) le sentaba bien. Helen Mirren estaba bastante bien, teniendo en cuenta sus 51 años y "nuestra" Pe resulta que tuvo que ponerse otro traje porque el que tenía previsto no le cerraba (cosas del cocidito, seguramente), aún así, iba bastante mona ella. Mi Kate Winslet del corazón iba muy guapa con su traje verde claro, con esa figura tan características suya que la aleja de los clichés de Hollywood. También Rinko Kikuchi estaba para mojar pan y no dejar de rebañar el plato (lo exótico siempre tira mucho) y Cate Blanchett hizo gala de una elegancia muy bien puesta. Nicole Kidman y Naomi Watts también estaban bastante bien con sus respectivos trajes (que no se de quien son ni me importa). De los chicos, Leo DiCaprio iba muy mono con su "repeinao patrás", Hugh Jackman sacaba dos cuerpos a Penélope y George Clooney sigue siendo el único tío del mundo al que considero atractivo de verdad (si, ¿qué pasa?). También me gustaría destacar por su presencia al nipón Ken Watanabe, que es un señor como la copa de un pino.
Ahora en serio, y hablando de lo que interesa, El laberinto del fauno se llevó tres premios (desgraciadamente no el de guión original, que ha sido para Pequeña Miss Sunshine ni el de película extranjera, para La vida de los otros, que dicho sea de paso, es digna vencedora) y ninguno de nuestros cortometrajistas consigue la tan preciada estatuilla. Babel se tuvo que conformar con el premio a la banda sonora, La reina consiguió lo único que iba a conseguir y Cartas desde Iwo Jima se alzó con un premio técnico. Y bueno, los premios gordos todo el mundo sabe ya para quien fueron, para el GRAN Martin Scorsese y su remake de Infernal Affairs.



Al fin. Ya iba siendo hora que uno de los mejores directores de los últimos 30 años (para mi es el mejor, cosa que notaréis a lo largo y ancho del texto) recibiera un puñetero Oscar por sus labores de dirección. Don Martin Scorsese tiene ya el dichoso premio en su casa por la tam
bién ganadora de la noche en la categoría de mejor película, la más que notable Infiltrados, que además consiguió dos galardones más, guión adaptado para William Monahan y montaje para Thelma Shoonmaker. No es que este santo señor de mi devoción necesitara un premio de estos a la fuerza, porque autores magistrales como Hitchcock o Kubrick nunca lo ganaron, pero parecía un cachondeo que el realizador de Taxi driver, Toro salvaje, La última tentación de Cristo, Uno de los nuestros y Casino (que son mis vaforitas y por eso las pongo), nominado en ocho ocasiones, no tuviera un tío dorado con una espada entre los cataplines.
Lo cierto es que cuando aparecieron en escena el trio maravillas, es decir, Steven Spielberg, George Lucas y Francis Ford Coppola, la cosa empezó a estar más clara que el agua mineral Sierra de Cazorla (les hago publicidad por la cara, soy así de majo con los paisanos). A pesar de esto, ni el propio Scorsese se creía el asunto cuando escuchó su nombre, de tantas veces que se había comido los mocos el pobre. Su discurso estuvo acompañado por un pedazo de aplauso que puso en pie a todo el Kodak Theatre en uno de los momentos más emotivos de la velada (junto con el honorífico de Morricone, que comentaré más abajo).



Sobre los actores premiados poco se puede decir, salvo que la cosa estaba bastante cantada, especialmente en las categorías de actriz, actor y actriz de reparto (aunque me da que a Jennifer Hudson le va a pasar como a muchos premiados, que dentro de unos años nadie se acordará de ella). Helen Mirren se va a su casita contenta y jodiendo a esos que tenían esperanzas en que ganara "nuestra" Pe, cosa que ya dije yo que era casi imposible, más teniendo en cuenta el currículum al completo de esta chica. Me dio penita por Kate Winslet (quien siga este blog sabrá que estoy enamorado de ella), aunque estaba claro que no era su noche. Forest Whitaker ganó como mejor actor y esperemos que esto le sirva para poder participar en proyectos de importancia y podamos seguir disfrutando de su buen hacer (pedazo interpretación la de Ghost dog, con un personaje hecho para él). Fue en la categoría de actor de reparto donde estuvo la "sorpresa", que no fue tal, porque lo cierto es que no me imagino a Eddie Murphy con un Oscar en las manos, así que enhorabuena para el veterano Alan Arkin.



Por último, destacar el premio honorífico de Don Ennio Morricone, el mejor compositor de bandas sonoras de la historia y que nunca ganó un Oscar por su declarada ideología de izquierdas. En un discurso entrañable y en italiano, con traducción de su amigo Clint Eastwood, el autor de BSO´S tan conocidas como El bueno, el feo y el malo, Los intocables, La misión, Malena,Érase una vez en América y un largo etcétera por fin ha visto reconocida por la Academia su trayectoría. Nominado en cinco ocasiones, siempre se fue de vacío, aunque eso no le quita para que muchos le consideremos el mejor y más completo compositor de músicas de cine, gracias al cual siempre podremos silvar alguna melodía cuando queramos poner sonido a nuestra vida.

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